Aceite vegetal de Germen de Trigo.
El aceite vegetal de Germen de Trigo es rico en vitamina E y ácidos grasos esenciales.
Es un aceite muy nutritivo, protector y emoliente, ideal para el tratamiento de las pieles muy secas o deshidratadas.
Ayuda en la cicatrización y la prevención de las estrías.
Resulta ser una buena elección para el tratamiento de las manchas y las arrugas.
Es un aceite bastante delicado, por lo que se aconseja preservarlo de luz, calor y aire, y en lugares muy cálidos o durante el verano se recomienda guardarlo en la nevera.
Se puede potenciar su acción cicatrizante combinándolo con el aceite vegetal de Rosa Mosqueta o de Almendras Dulces.
A nivel capilar, ayuda a mantener la melena voluminosa, brillante y saludable, y aplicándolo en las raíces, resulta efectivo para controlar la caída excesiva del cabello y para estimular su crecimiento.
Recomendaciones y formas de uso:
Es un aceite con muy buenos resultados en el tratamiento de la psoriasis y eczemas secos. En el caso de la psoriasis, es interesante asociarlo a la manteca de Karité o a algún otro aceite vegetal nutritivo como el de Coco o el Argán, y a los aceites esenciales de Geranio, Lavanda, Espliego y Manzanilla Romana.
Cuando se mezcle con Karité, es mejor deshacerlo al baño maría con cualquiera de los otros aceites que añadamos a la mezcla, y preservar el Germen de Trigo para añadirlo al final, para no someterlo al calor del baño maría.
Cuando se prepara una crema facial a partir de una cremas base, se pueden añadir 5 ml de este aceite en 45 gr de crema base.
Por sus propiedades, es ideal como ingrediente para formulas para la noche: poner entre un 10 y un 20% del aceite vegetal de Germen de Trigo.
No se recomienda poner más porcentaje debido a su nivel graso, por ello es interesante mezclarlo con aceite de un nivel graso medio, como la Avellana o el Albaricoque, o muy poco grasos como la Jojoba o el Comino Negro.
Las personas alérgicas al trigo no pueden aplicarse este aceite vegetal.